viernes

la pelusa de mi ombligo

Reconozco que puedo llegar a ser la tía más gilipollas del mundo, y una de las más bordes y puñeteras. Un día me verás con tal cabreo encima que te darán ganas de pegarme dos hostias, y otro me verás dando saltos y riéndome sin razón. Tengo mi habitación hecha una auténtica leonera y sin embargo a veces tengo obsesión porque todo esté limpio y en su sitio. No soy muy responsable pero me apego a las cosas que tengo que hacer y que realmente para mí son importantes. Me suelo enfadar a menudo pero tengo muchísima facilidad para perdonar, tal vez demasiada. Soy cabezota, muy cabezota, impaciente como la que más y sobre todo, impulsiva. Cuando quiero algo, sea lo que sea, hasta que no lo consigo, no paro. Aunque me lleve la vida. Soy así. No soy una chica que llame la atención físicamente y aún podría mejorar interiormente. Soy demasiado atrevida en situaciones equivocadas y en las que no también, siempre. La verdad es que tengo millones de defectos y escasas virtudes. Pero lo que sí tengo claro, es que sé muy bien lo que es querer y valorar a una persona y, en eso, soy una de las mejores.

2 comentarios:

  1. Tienes más virtudes que defectos... eso o tus defectos no son tan defectuosos.
    Fuck Yeah.
    love.

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  2. geniiial tus entradas! que maravilla dar con tu blog, me veo muy identificada en algunas de tus entradas ;) besitos de www.ohlalayetc.blogspot.com

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